Hace unos días terminé de leer Outliers, The story of success, un libro escrito por Malcolm Gladwell. Es una lectura muy recomendable porque aborda un tema recurrente de una manera diferente: el éxito.

En Outliers, Gladwell hace una radiografía completa de diferentes casos de personas sumamente exitosas, como Bill Joy (el fundador de Sun), Bill Gates (fundador de Microsoft) y otros más. Y llega a una conclusión que a primeras es decepcionante: el éxito depende en gran medida, de las circunstancias personales de cada uno–y no solamente del esfuerzo. Según Gladwell, el éxito es el resultado una combinación exquisita de circunstancias que son completamente ajenas a los individuos: nacer en el momento adecuado, tener un cierto legado familiar, pertenecer a un determinado grupo social, etc, etc. Todo eso conduce a crear oportunidades que son únicas. En resumidas cuentas tener éxito depende de estar en el lugar adecuado en el momento justo.

El análisis es fascinante porque desgrana todas las circunstancias, únicas, que llevaron a esos individuos al éxito supremo.

¿Podemos afirmar entonces que algunos nacen destinados al éxito? No exactamente. A diferencia de otros libros que abordan el mismo tema, Outliers no es un libro de consejos ni técnicas de superación personal. Y aunque el libro señala que hay factores externos que son determinantes, también da algunas pistas de factores que sí pueden influir en las circunstancias actuales y futuras que pueden ayudarnos a ser más exitosos en nuestras vidas. Por ejemplo, Gladwell analiza mucho el concepto de “expertise” y señala que hacen falta 10.000 horas de práctica para convertirse en experto de una disciplina.

Según parece, solamente los expertos alcanzan el éxito. Esas 10.000 horas de práctica llevaron a Los Beatles a ser los mejores en su género; a Bill Gates a tener la destreza necesaria para fundar Microsoft, a algunos violinistas a convertirse en los mejores del mundo, etc. Todas esas personas tan exitosas eran expertos de su disciplina en el momento adecuado, justo cuando concurrían las circunstancias que desembocaron en la gran oportunidad que les permitió alcanzar el éxito en su carrera.

Así que a practicar… y mucho!